¿Qué sistema de calefacción elegir?
OMO Comunicación 10 enero 0 CommentsInstalar un sistema de calefacción es la mejor solución para mantener tu hogar confortable durante las estaciones más frías.
Cuando el hombre del tiempo dice que va a hacer frío, no se puede hacer nada. Pero sí que puedes combatir el frío en el interior de tu hogar.
Si vas a hacer reformas en tu casa, el sistema de calefacción que elijas es una de las decisiones más relevantes que vas a tomar, dado que puede ser una aportación muy interesante para mejorar tu calidad de vida. Presta atención a las claves de los aparatos más habituales en nuestro país.
¿Qué sistema de calefacción te interesa?
En primer lugar, hemos de señalar que esta pregunta no tiene una respuesta absoluta, puesto que intervienen distintos factores en cada elección particular.
La duda es cómo elegir el mejor sistema de calefacción.
Cada vivienda tiene, por su amplitud y orientación, unas necesidades de climatización diferentes. Además, influye mucho si está ubicada en zonas más frías del interior o más templadas junto a la costa.
Asimismo, siempre has de tener en cuenta el presupuesto con el que cuentas. No olvides que también te conviene hacer números en perspectiva. Te recordamos que, en ocasiones, una inversión realizada en la instalación se puede amortizar posteriormente con un consumo más eficiente.
Elementos que componen un sistema de calefacción
En primer lugar, debes conocer todos los pormenores de un sistema de calefacción, antes de ponerte a decidir. Por esto, te hablamos de todo los los elementos que componen un sistema de calefacción:
- El primer elemento, imprescindible, es el generador de calor. Como su propio nombre indica, son dispositivos que se encargan de generar el calor para que llegue hasta los emisores. Se trata de las calderas. Las chimeneas, de las que hemos hablado en un artículo anterior, son también, generadores de calor.
- El siguiente elemento necesario es el emisor. Este recibe el calor que genera la caldera y se encarga de transmitirlo a las diferentes habitaciones. Estamos hablando de los radiadores.
- Por último, es necesario contar con algún sistema de control, es decir, un termostato.
A continuación te hablamos en detalle de los distintos tipos que existen de cada elemento.
El generador del calor en el sistema de calefacción: la caldera
Son un elemento necesario para poder calentar las distintas estancias de una casa.
Una de las primeras decisiones que tendrás que tomar es dónde vas a colocarla y, sobre todo, qué tipo de caldera quieres instalar.
Su clasificación se hace atendiendo al tipo de combustible que utilizan y a su eficiencia energética.
❄︎ Según el tipo de combustible
Para que te hagas una idea, en función del combustible puedes encontrar calderas de:
- Gas natural: utilizan el gas natural o gas ciudad como combustible para calentar agua. Suelen combinarse con los radiadores de agua, de forma que se instala un circuito interno de agua caliente que recorre toda la casa. Así se consigue un calor homogéneo incluso si tu casa está en una zona con clima muy frío.
- Gasoil: Funcionan con gasóleo. Su mayor ventaja es el gran rendimiento que tienen. Sin embargo, el precio de instalación del sistema de calefacción completo, puede ser más elevado que el de las calderas de gas natural. El combustible que utilizan también es más caro. Además tienes que pensar que tienes que encargarte de comprarlo, transportarlo y almacenarlo.
- Energía eléctrica: En este caso, el agua se calienta gracias a la energía eléctrica. De esta forma se evitan problemas como fugas de gas o intoxicaciones. Otro aspecto positivo es que cuentas con la tranquilidad de que el suministro de energía siempre va a llegar hasta casa. Su instalación también es más barata que la instalación de las de gas natural. ¿Su mayor inconveniente? Consumen más, por lo que el coste a largo plazo es mayor.
- Pellets o leña: Tienen un gran poder calorífico con la ventaja de que no generan apenas residuos. El combustible es 100% renovable y proviene de residuos orgánicos. El problema es que es necesario comprar continuamente este combustible y tener espacio para almacenarlo. Sus principales inconvenientes son su elevado precio y la necesidad de colocar una salida de humos. Por otro lado, requieren de mucho mantenimiento, sobre todo en lo referente a limpieza de cenizas. Aún así, es una de las opciones más respetuosas con el medio ambiente.
- Carbón: Por lo general, este tipo de combustible funciona con modelos antiguos y poco recomendados por sus múltiples desventajas. No pueden funcionar de forma automática ya que siempre es necesario que alguien se encargue de introducir el combustible. Es muy difícil regular la temperatura y es necesario reservar un espacio para almacenar el carbón. Además son muy contaminantes. Por todo esto, cuando se tiene este sistema de calefacción los expertos suelen recomendar cambiarlo por otro más moderno.
❄︎ Según su eficiencia energética
- Calderas estándar: tienen un rendimiento más bien mínimo. Si estás buscando algo mejor puedes optar por una caldera de baja temperatura, que es capaz de mejorar el rendimiento un 5%. Aunque las de mayor rendimiento son las calderas de condensación, que pueden mejorar el rendimiento de las convencionales hasta en un 18%.
- Calderas de microgeneración: capaces de generar electricidad y energía térmica al mismo tiempo. Su rendimiento es muy alto y permite un ahorro energético considerable.
- Bombas de calor: es el sistema más eficiente. Permite reducir el consumo de energía y, a la vez, se consigue un buen rendimiento. Además, es un sistema reversible que puede funcionar también como aire acondicionado. Y, como último detalle, es posible instalar este sistema desde precios muy económicos, aunque la inversión inicial suele ser algo elevada.
El emisor del calor en el sistema de calefacción: el radiador
Es el elemento que permite repartir el calor por las diferentes habitaciones para lograr una temperatura homogénea.
❄︎ Tipos de radiadores
- De agua: forman parte de un sistema de calefacción fija. Se combinan habitualmente con una caldera de gas natural. El agua se calienta y circula por su interior siguiendo un circuito cerrado. Cuentan con varias ventajas: son económicos, duraderos y se calientan muy rápido.
- Eléctricos: funcionan conectados a la red eléctrica. Su instalación es muy sencilla y requieren poco mantenimiento. Sus desventajas tienen que ver con el precio de la electricidad, más elevado que el del gas, y con el hecho de que tienen un alcance reducido en cuanto al calor.
- De aceite: llamados radiadores de fluido. Incluimos en esta categoría tanto a los radiadores de aceite tradicionales como a los radiadores de calor azul. Funcionan conectados a la red eléctrica. Esta energía calienta un fluido caloportador que circula por el interior del radiador. Tienen ventajas similares a los eléctricos: son fáciles de instalar, de mantener y, además, se mantienen calientes mucho tiempo después de apagarlos. Las desventajas también son similares a la de los radiadores eléctricos, ya que el alcance de su calor es reducido y funcionan con electricidad, que no es barata. Por otra parte, aunque conservan el calor, la realidad es que tardan bastante en calentarse.
❄︎ Otros emisores: Suelo radiante
De este tipo de emisor hablaremos en nuestro siguiente artículo de blog. ¡No te lo pierdas!
El control del calor en el sistema de calefacción: termostatos
El termostato permite controlar y mantener una temperatura determinada en cada estancia y momento del día.
El termostato es de gran ayuda para reducir el consumo energético.
Hoy en día existen distintos tipos de termostatos:
- Mecánicos: su funcionamiento es el más simple. Tienen un interruptor de encendido/apagado que se activa cuando un sensor interno detecta una diferencia de temperatura. Los más clásicos se limitan a indicar a la caldera que se apague una vez se alcanza una temperatura determinada.
- Digitales: funcionan con sensores electrónicos de temperatura por lo que son más exactos. Además, al incorporar una pantalla es posible recibir una información más completa. En general, permiten realizar un control más exacto del sistema de calefacción, ya que muchos de ellos son programables. Los más modernos incluso permiten la programación a distancia gracias al WiFi.
- Modulantes: permiten adaptar la temperatura de los radiadores. Pueden controlar la temperatura ambiente de la estancia en la que se instalen. Cuando es necesario se comunican con la caldera de condensación para reducir la temperatura. Permite ahorrar hasta hasta un 10% en el consumo.
En cualquier caso, nuestro consejo es que consultes con un profesional que pueda aconsejarte qué termostato es el más recomendable en tu situación.
El control de la temperatura ambiente es una de las tareas más complicadas que existen en el ámbito de la regulación inteligente y la eficiencia energética.
El aire acondicionado
Constituye otro sistema de calefacción alternativo. Sirve para generar tanto frío como calor. De hecho, puedes establecer a qué temperatura deseas que expulse el aire.
Es perfecto para zonas en las que las temperaturas suelen ser suaves, como en la costa o interiores.
Resulta muy útil cuando quieres calentar o enfriar puntos concretos de una casa, por ejemplo, un dormitorio. Sin embargo, si deseas acondicionar espacios más amplios, vas a tener que solicitar la instalación de un sistema de conductos, lo que va a incrementar su coste.
Su principal problema es que el aire que genera es bastante seco. Esto puede convertirse en un inconveniente para personas con problemas respiratorios.
Por otro lado, hoy en día puedes recurrir a los sistemas inverter, que posibilitan una mayor eficiencia en estos aparatos. Su mantenimiento no es complejo, pues solo requieren la limpieza de los filtros de vez en cuando.
¿Cuál es el sistema de calefacción más económico?
Esta es la pregunta del millón y, antes de responder, habría que especificar qué entendemos por un sistema de calefacción económico:
- Ahorro en las facturas: si buscas un sistema muy eficiente que te ayude a ahorrar a largo plazo, sin tener en cuenta la inversión inicial, probablemente la mejor decisión sea optar por un sistema de aerotermia. En esta línea, las calderas de biomasa también pueden ser una buena elección.
- Eficiencia y buen precio: si necesitas un sistema eficiente y con un coste medio en cuanto a la inversión inicial, es posible que te convenga escoger la tradicional combinación de caldera de gas natural y radiadores. Aunque el ahorro energético será inferior que el que obtendrías con una bomba de calor de aerotermia, las calderas de condensación también son bastante eficientes. Y, por supuesto, el desembolso inicial probablemente será más reducido.
- Instalación económica: si tu prioridad es reducir la inversión inicial, probablemente la mejor opción sea los radiadores eléctricos. La calefacción eléctrica apenas implica gastos en cuanto a la instalación, por lo que sobre todo tendrás que invertir en los dispositivos. Eso sí, la electricidad tiene un precio más elevado que otros combustibles, por lo que no es un tipo de calefacción especialmente útil para ahorrar en las facturas.
Es importante tener en cuenta que el precio es solo uno de los múltiples factores que hay que valorar para escoger el sistema de calefacción perfecto.
Las reformas de tu vivienda pueden requerir la instalación de un sistema de climatización que se adapte a las condiciones de tu nuevo hogar. Analiza su ubicación, tamaño y opta por los más prácticos y eficientes. ¡Infórmate!
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